Pruebas complementarias
Están indicados siempre que existan síntomas o signos de lesión cervical (grados I a IV de Quebeck). Aunque suelen ser anodinos y no suelen mostrar directamente las lesiones de los tejidos blandos, es fundamental descartar cualquier inestabilidad vertebral que se haya producido como consecuencia del golpe ya que, si existe, va a condicionar el tratamiento definitivo del paciente.
Radiografías simples cervicales
Son la mejor exploración para este propósito. Debe de hacerse en proyección antero-posterior, trans-bucal (para ver las lesiones de la charnela occipito-cervical). Son fundamentales las placas laterales dinámicas, en flexión y extensión. Cuando el paciente se defiende ante los movimientos cervicales, nosotros realizamos la exploración bajo sedación y control radiológico escópico (siempre bajo la dirección del médico especialista).
Consideramos anormal un desplazamiento vertebral en flexión mayor de 2 mm-cuando la radiografía se ha tomado al menos a 180 cm de distancia para evitar la magnificación de la imagen-, en especial si las vértebras colindantes no lo tienen o se acompaña de un aumento de la distancia entre sus apófisis espinosas. También si una vértebra aislada se angula sobre otra –la inferior- más de 7,5 grados..
Por lo tanto, es la radiografía en flexión -con más frecuencia que la de extensión- la que suele dar la clave de la inestabilidad vertebral.
En la UNIDAD DE NEURORAQUIS DE ENDONEUROCIRUGÍA –Hospital Quirón Murcia- hemos detectado lesiones vertebrales inestables muchos años después del accidente. Son lesiones sutiles que pasan desapercibidas –a ojos inexpertos- en la exploración radiológica cervical funcional. Nosotros hemos sido capaces de detectarla y, por consiguiente, le hemos podido dar una solución a los dolores crónicos que padecían estos enfermos durante tantos años.
TAC Y RNM
Son exploraciones que pedimos cuando existen síntomas sugestivos y signos objetivos de lesión neurológica- exploración clínica- en la fase aguda. O sin ellos en la fase crónica del Whiplash.
Investigan las raras lesiones óseas que se pueden producir en el Whiplash y detectan alteraciones degenerativas preexistentes de la columna vertebral o hernias discales que se han generado en el accidente–la patología previa asintomática no es rara y puede condicionar la aparición de síntomas tras el accidente. Estamos hablando de hernias de disco cervicales, estenosis del canal vertebral o anomalías congénitas ocultas.
También se ha llamado la atención –en la fase aguda- sobre la inflamación de los tejidos blandos precervicales –como signo indirecto de lesión en los ligamentos anteriores que fijan entre sí las vértebras y limitan sus movimientos.
EMG
Puede ser útil en los pacientes con grado II de Quebeck porque se ha publicado que una actividad superior a la normal -en el m. trapecio -y un retraso de su relajación tras una serie de ejercicios físicos, ayuda a distinguir estos pacientes de los que son normales (Nederhand 2000). Estas alteraciones pueden estar presentes, de forma precoz, después del accidente (Sterling 2004).